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EL NIÑO COSTERO
El Niño Costero es un evento climático anómalo con temperaturas por encima de lo habitual en el mar frente a la costa norte del Perú, y con condiciones neutrales o frías en el Pacífico Ecuatorial central y que provoca lluvias intensas en la costa norte (Takahashi y Martinez, 2017; Peng et al., 2019). El Niño Costero es provocado por un debilitamiento de los vientos costeros del sudeste, un desplazamiento al sur mayor al habitual de la Zona de Convergencia Intertropical, así como la intensificación de los vientos del norte (‘jet de Panamá’) y los vientos del oeste cerca a las costas del norte de Perú y Ecuador (Peng et al., 2019; Echevin et al., 2018; Anculle et al., 2021; Espinoza-Morriberon et al., 2021).

Se considera que los eventos extremos de 1891, 1925 y 2017 corresponden a esta clase de fenómenos (Takahashi y Martinez, 2017; Peng et al., 2019; Anculle et al., 2021; Espinoza-Morriberon et al., 2021). A diferencia de los eventos El Niño asociados al ENOS, en El Niño Costero, las ondas Kelvin cálidas parecen jugar un rol secundario en el desarrollo del calentamiento, lo cual contribuye a que éste se concentre en la capa superficial.

Serie de tiempo del área (km2) de la ola de calor marina (OCM) asociada a ENC 2017. El área se presenta segmentada por rangos de anomalía de temperatura superficial del mar (ATSM) hasta + 8°C para la zona entre los 4° S y 15° S, dentro de las 150 mn costeras desde el 15 de diciembre del 2016 al 15 de mayo del 2017; b) Distribución espacial de la ATSM entre los 5° N y 25° S, 70° W y 110° W el 18 de marzo del 2017, fecha de máxima cobertura de los valores de ATSM mayores o iguales a +6 °C. La cobertura de la OCM se indica con puntos negros. Fuente: OISST 2.1.

Durante ENC 2017, el colapso de los vientos costeros del sureste y del afloramiento costero (Echevin et al., 2018; Espinoza-Morriberon et al., 2021), así como el aumento de la estratificación térmica (Quispe et al., 2021), provocaron una aguda reducción de la productividad frente a la costa centro-norte (Ledesma et al., 2021).
Por otro lado, las altas precipitaciones registradas aumentaron significativamente los caudales de los ríos costeros de la zona norte-centro. Todos estos procesos desataron una cascada de impactos en el ecosistema, afectando principalmente a las comunidades bentónicas y recursos costeros y litorales (Correa et al., 2021).

Asimismo, ocasionó la migración hacia la costa y hacia el sur de peces de aguas cálidas, así como el desplazamiento de la anchoveta hacia la costa entre Chicama y Pisco, lo cual ocasionó mortandades masivas de sus depredadores naturales en la costa norte. Sin embargo, dada la corta duración del evento (seis meses), el evento no generó impactos significativos sobre la biomasa de la anchoveta (ENFEN, 2017; Gutiérrez & Bouchon, 2021).